Hoy os presentamos Reikiavik, la capital de Islandia, y las mejores excursiones en Reikiavik para cuando nos visitéis. Aquí en nuestra ciudad, tendréis la oportunidad de conocer una arquitectura única, una cultura singular y un paisaje excepcional.
Conoce la ciudad de Reikiavik
Reikiavik es la capital más norteña del mundo y está muy cerca del círculo polar ártico. Aunque sea una ciudad pequeña para los moldes europeos y americanos, Reikiavik alberga una vida cosmopolita y sofisticado que le garantiza un aire muy internacional e interesante. Los 230 mil habitantes del área metropolitana corresponde a 2/3 de toda la población islandesa, así que aquí uno encuentra todo lo más representativo de todo el país.
Los primeros colonizadores llegaron a Reikiavik sobre el año 870 bajo el liderazgo de Ingólfr Arnarson. El nombre de la ciudad está inspirado en el humo que escapa de las fuentes termales de la bahía: “reykjar” significa humo y “vík”, bahía; el nombre de la capital islandesa, entonces, significa Bahía del Humo.
Excursiones en Reikiavik
Hay muchas opciones para hacer excursiones en Reikiavik. La manera más fácil de conocer la ciudad es, sin duda, el bus turístico que recorre los atractivos más emblemáticos de la capital islandesa. Con un ticket, el viajero puede subir y bajar del bus que le lleva a los puntos turísticos indispensables de Reikiavik.
Sin embargo, os proponemos un ejercicio de caminata por la ciudad con pequeñas excursiones en Reikiavik para descubrir sus encantos.
Hallgrímskirkja
La icónica iglesia de Reikiavik es una parada obligatoria para todos los turistas. Desde lo alto de la imponente torre se puede apreciar toda la ciudad. La iglesia luterana fes un proyecto de Guðjón Samúelsson y llevó más de 40 años para ser finalizada en 1986. Su torre de más de 70m domina el paisaje de la ciudad. Dentro, el viajero podrá admirar el imponente órgano de 5275 tubos allí instalado en 1992.
Puerto Viejo
Visitar Reikiavik es estar siempre pendiente del mar y nada mejor que visitar el Puerto Viejo de la ciudad para hacer algunas de las mejores excursiones en Reikiavik: los paseos de barco para descubrir la fauna marítima. Desde el Puerto Viejo, el viajero podrá tomarse un paseo de avistamiento de ballenas por el Atlántico norte, el hábitat natural de estos gigantescos animales dueños del océano. Aquí también es una de las mejores zonas para comer y beber de toda capital.
The Settlement Exhibition
La exposición del asentamiento es un espacio impresionante que cuenta la historia de los primeros habitantes de la isla con excavaciones que remontan a la vida del siglo X. Fue construido alrededor de una antigua casa comunal vikinga descubierta a principios del siglo XX. Aunque sus objetos remontan a 10 siglos en el pasado, utiliza mucha tecnología a su favor para explicar detalladamente la vida de los primeros habitantes de Islandia. Es parte del Museo Municipal de Reykjavík.
Hafnarhús – Museo de Arte de Reikiavik
La Hafnarhús (la casa del puerto) es el museo de arte de la capital islandesa y principal punto de cultura contemporánea de la ciudad. Sus obras están en constante cambio y cada visita puede ser única. Aquí un secreto de las excursiones en Reikiavik: el café del museo tiene una bella vista del puerto de la ciudad.
Safnahúsið – Casa de la Cultura
La Casa de la Cultura es un homenaje a toda la forma de arte en Islandia. El espacio es una colaboración entre 6 entidades culturales del país que se unieron para enseñar la trayectoria de la cultura islandesa en un único lugar. Separadas por temas, el visitante encontrará diversos objetos de gran valor cultural desde los tiempos de la colonización hasta el arte contemporáneo.
Harpa
No podríamos dejar de incluir en nuestro listado de excursiones en Reikiavik al gran auditorio de Islandia. El Harpa es un símbolo arquitectónico de la capital y también un símbolo de la recuperación económica del país post-Crisis financiera. Diseñada por el escritorio danés Henning Larsen Architects y el arquitecto Olafur Eliasson, el edificio se destaca tanto por la extraordinaria música que allí se escucha como por la impresionante fachada de cristal.